La incorporación de tecnologías en la gestión de la movilidad, el recurso energía, la planificación urbana, la apertura de datos públicos, las nuevas fórmulas de relación ciudadanía – administración son oportunidades que deben facilitar la evolución urbana hacia ciudades inteligentes, que mejoren la transparencia y la gestión pública.
Sin embargo, no es solo cuestión tecnológica sino un mix de políticas públicas, tecnología, gobernanza multinivel, liderazgo político, y colaboración público-privada.
En estos momentos colaboro con distintos profesionales explorando las posibilidades de las Smart Cities, yendo más allá de modelos de ciudades con importantes avances tecnológicos, y apostando por un modelo de ciudad de los ciudadanos donde es posible generar y compartir información construyendo nuevos espacios sociales ¿inteligencia compartida – Smart Citizen?