Europa 2020: Una estrategia para el crecimiento (o eso debería ser).
En estos momentos me atrevería a diagnosticar a nuestra vieja Europa como un ente con un trastorno bipolar agudo y realmente preocupante. Pasamos de un estado euforia por el comienzo del periodo 2014 – 2020 con nuevos retos y planteamientos de crecimiento inteligente, sostenible e integrador a pasar por estados de depresión y regresión por las recetas que se están aplicando para hacer frente a la crisis en la que nos encontramos inmersos. Valga el último ejemplo de tratamiento aberrante que se le está dando a Chipre ¿o no se sabía que era un paraíso fiscal desde hace tiempo?
La consecuencia de este trastorno la sufro en primera persona cuando trabajo como consultor para diferentes administraciones y entidades en el diseño de estrategias públicas vinculadas a políticas europeas para el nuevo periodo de financiación 2014 – 2020. Es difícil convencer a los distintos interlocutores con los que trabajo de los planteamientos atractivos de los nuevos documentos con las fórmulas que se están aplicando para salir de la crisis en el corto plazo. Todo un trastorno bipolar al que nos enfrentamos.
Sin embargo, este 2014 es el año de programar a nivel nacional, regional y local cómo vamos a implementar la Estrategia Europea 2020. Esto supone una nueva oportunidad para evitar errores de periodos anteriores e intentar reorientar esfuerzos y estrategias que permitan encarar con mejor salud los próximos 7 años.
Dejo algunas notas sobre documentos de referencia en los que ando trabajando: